Hackers toman acceso a miles de cámaras de seguridad y exponen cárceles, hospitales e incluso a Tesla

Ya os hemos hablado desde unaaldia del activista Tillie Kottman, quien fue detenido recientemente, en esta oportunidad vamos a hablar sobre su intrusión a Verkada, una startup de seguridad en Silicon Valley que ofrece servicios de cámaras de seguridad basados en la nube, ha sufrido una importante brecha de seguridad. Los ciberdelincuentes obtuvieron acceso a más de 150.000 cámaras de la compañía, incluidas cámaras en las fábricas y almacenes de Tesla, las oficinas de Cloudflare, los gimnasios Equinox, los hospitales, las cárceles, las escuelas, las estaciones de policía y las propias oficinas de Verkada, según publicaba Bloomberg. Uno de los implicados ya ha sido detenido.

La startup se enorgullece de ofrecer cámaras de seguridad conectadas a Internet, prometiendo un enfoque de «software primero» para hacer que la seguridad sea «tan fluida y moderna como las organizaciones que protegemos». Las cámaras conectadas a la nube incluyen una interfaz web elegante para que las empresas monitoreen sus transmisiones y también ofrecen software de reconocimiento facial.

El ataque fue relativamente simple, el grupo de cibercriminales logró obtener acceso de nivel de superadministrador al sistema de Verkada utilizando un nombre de usuario y una contraseña que encontraron públicamente en Internet. Una vez obtenidas las claves genéricas de administración, pudieron acceder a toda la red de la empresa, incluido el acceso root a las propias cámaras, lo que, a su vez, permitió al grupo acceder a las redes internas de algunos de los clientes de Verkada. Los propios ciberdelincuentes publicaron vídeos probando esa intrusión, comisarías de policía, instituciones mentales, una fábrica de Tesla, escuelas, camas de cuidados intensivos en hospitales y una larga lista, no solo el vídeo en directo, sino también a los archivos grabados de vídeo.

Una cámara de Verkada dentro de Tesla. Tillie Kottmann

La lista de clientes que utilizan Verkada es amplia: además de empresas como Tesla y Cloudflare, el grupo obtuvo acceso a las cámaras Verkada dentro de Halifax Health, un hospital de Florida; Escuela Primaria Sandy Hook en Newtown, Connecticut; La cárcel del condado de Madison en Huntsville, Alabama; y Wadley Regional Medical Center, un hospital en Texarkana, Texas. Además de las imágenes de la cámara, el grupo también dice que pudo acceder a la lista completa de los miles de clientes de Verkada y su información financiera privada.

La cárcel Madison County vista desde una cámara de Verkada. Tillie Kottmann

La compañía fue criticada en el pasado con acusaciones de sexismo y discriminación después de un incidente en 2019 en el que un director de ventas usó las cámaras de seguridad de la oficina de Verkada para acosar a sus compañeras de trabajo al fotografiarlas y publicarlas en secreto en un canal de Slack de la empresa. En respuesta, el director ejecutivo de Verkada ofreció a los miembros del canal Slack la posibilidad de elegir entre dejar la empresa o reducir sus opciones sobre acciones. Tres trabajadores fueron despedidos.

Queda claro con este incidente, que el uso de contraseñas de «superadministrador» es un arma muy peligrosa que puede ser utilizada dentro de la propia organización para usos ilícitos y poco éticos, como fuera de la organización para obtener acceso a un gran número de dispositivos con la misma contraseña, que aparentemente se filtro públicamente sin conocimiento por parte de Verkada. Una política de contraseñas seguras e individuales o un segundo factor de autenticación habría imposibilitado este ataque y los malos usos de estos dispositivos que cada vez son más frecuentes, las cámaras de seguridad.

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