Eugene Kaspersky explica su alianza con la Interpol y opina sobre otros temas de tecnología.

– Foto: Archivo particular

A lo largo de su carrera, Kaspersky ha coleccionado 94 millones de muestras de ‘software’ malicioso.

Sobre Eugene Kaspersky, el carismático “zar” ruso de 49 años que fundó una de las empresas de seguridad informática más reputadas del momento, se dicen muchas cosas: que muy joven comenzó a trabajar como criptógrafo para el servicio secreto ruso, cosa que ha negado siempre; que es una de las personas que mejor conocen el pensamiento de los delincuentes digitales y que, desde hace años, viene advirtiendo sobre el advenimiento de una ciberguerra que puede acabar con el planeta.

A mediados del año pasado, la revista estadounidense Wired lo catalogó como el octavo hombre más peligroso del mundo. La publicación especializada alegaba que Kaspersky contaba con expertos que habían puesto al descubierto las ciberarmas de Estados Unidos y que su elevado conocimiento, en manos equivocadas, podría desatar una debacle.

En el 2010, un investigador de su compañía reveló que un gusano informático llamado Stuxnet había infectado y manipulado, de manera remota, cerca de mil centrifugadoras de laboratorios iraníes. Fue el primer código malicioso capaz de controlar estructuras físicas.

Y en mayo del 2012, la élite de antipiratas informáticos liderada por Kaspersky expuso otra arma cibernética, denominada Flame, cuyo objetivo era, de nuevo, atacar estructuras críticas de Irán. Ambas piezas de código dañino habían sido creadas por Estados Unidos e Israel.

Kaspersky inició su carrera contra los virus informáticos en octubre de 1989, cuando el programa ‘Cascade’ infectó su computador. La pieza de código lo intrigó tanto que se propuso descifrar su funcionamiento. “Al principio fue un pasatiempo, pero después descubrí que podía convertirse en un fuente de ingresos y diseñé un software de seguridad informática”, contó en entrevista con EL TIEMPO.

Desde entonces, ha construido un imperio cuyo foco es acabar con los cibercriminales y garantizar la seguridad de usuarios y naciones. Kaspersky Lab opera en más de un centenar de países. El cuartel general de la empresa se encuentra en Moscú, pero la holding está registrada en el Reino Unido. La compañía emplea a más de 2.800 especialistas y cuenta con oficinas en 29 países.

Por estos días, el zar ruso de la seguridad informática está enfocado en una alianza con la Interpol, la mayor organización internacional de policía. EL TIEMPO lo entrevistó en Cartagena, dentro del marco de la Asamblea General de la institución.

¿En qué consiste la alianza con la Interpol?

Hace 20 años, los piratas informáticos eran adolescentes que actuaban en solitario y por diversión. Sus ataques no eran significativos ni constituían una amenaza global. Ahora, los cibercriminales forman parte de organizaciones delictivas de carácter internacional. Su interés principal es obtener ganancias por medio de robos a sistemas financieros, espionaje y acceso a contenidos clasificados, entre otros.

Como su zona de acción es mundial, resulta difícil capturarlos. Además, ya no suele tratarse de novatos. Por ejemplo, un ataque perpetrado contra el Banco Sumitomo de Londres, llevado a cabo en 2004, contaba con agentes de diferentes naciones y su líder era un británico de 61 años. Su objetivo era robar 229 millones de libras esterlinas.

Por ende, es necesario que la Interpol cuente con una división enfocada en el cibercrimen. Vamos a entrenar entre 20 y 30 efectivos de esta organización. Contarán con el apoyo de nuestros mejores expertos para comprender temas relacionados con la seguridad informática, como ingeniería inversa, monitoreo de tráfico y métodos de extracción de información. Compartiremos nuestras bases de datos y nuestra tecnología con ellos. Su base estará en Singapur.

¿Cuántas pérdidas generan los delitos informáticos?

Los programas maliciosos (malware), el spam, los hackers, los ataques DDoS, las herramientas sofisticadas de espionaje cibernético y las ciberarmas suponen pérdidas estimadas de 100.000 millones de dólares por año. Hay 10.000 personas involucradas en el negocio del cibercrimen.

¿De dónde provienen la mayoría de cibercriminales?

La mayoría habla chino, español, portugués y ruso. Solemos detectar breves fragmentos de sus conversaciones, que nos dan un indicio de su país de origen. Los ataques más sofisticados suelen venir de China y Rusia.

¿Qué tipo de ataques suelen predominar?

Hay ataques que se aprovechan de las vulnerabilidades de los sistemas. Hay otros ataques que recurren a ingeniería social, es decir a estrategias de engaño. Los ataques que mezclan ambas modalidades son ciento por ciento exitosos

¿Cuál es la principal amenaza que existe en estos momentos en términos de seguridad informática?

Los ataques a infraestructura crítica, como las plantas de energía, las telecomunicaciones y el sistema de salud, entre otros. Se trata de sistemas vulnerables porque no fueron concebidos pensando en la seguridad. Si los atacan, se compromete la estabilidad económica de los países. Por eso hemos estado trabajando en una plataforma o sistema operativo enfocado en blindar este tipo de instalaciones. Aún nos encontramos en su etapa de desarrollo y tomará tiempo probarlo en un entorno real. Buscamos socios que nos apoyen.

¿En qué se diferenciará este sistema operativo de los actuales?

No se venderá al público ni se verá en computadoras personales o móviles. Se enfocará sólo en la seguridad de los sistemas de control de infraestructura crítica. Como las aplicaciones para él deberán ceñirse a unas reglas más estrictas, será más difícil desarrollarlas.

¿Cómo evolucionará el cibercrimen en los próximos diez años?

Creo que las organizaciones criminales se reducirán gracias a la cooperación internacional. No me atrevería a decir que el cibercrimen va a desaparecer, pero mermará. Sin embargo, se incrementarán los ataques contra la infraestructura crítica. Las armas cibernéticas y los ciberataques formarán parte del arsenal militar de países como Estados Unidos y China.

‘Android es más seguro’
El experto critica el sistema iOS de Apple

Para Eugene Kaspersky, Android es un sistema operativo más seguro que el iOS de Apple, porque facilita el desarrollo de programas para combatir los programas maliciosos. Si se infecta, las compañías pueden crear actualizaciones al instante.

“En principio, iOS es mejor por diseño, pero es difícil crear soluciones de seguridad para su plataforma. En consecuencia, si su iPhone se infecta, mejor tírelo a la basura”. Para el experto ruso, Apple es una compañía innovadora que se ha venido quedando atrás. “Eran los mejores hace cinco años, pero ahora son vieja escuela”, sentencia. En cuanto a la ausencia de Steve Jobs, dice que el genio estadounidense, fallecido en el 2011, tal vez ya habría inventado otra forma de ver televisión “o una iKitchen, quién sabe”. ÉDGAR LEONARDO MEDINA – Redactor de EL TIEMPO
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