Cada 22 segundos se desarrolla una nueva aplicación maliciosa para Android

Android es el foco de cada vez más campañas de malware. No en vano, G Data ha registrado más de 124.000 nuevas apps maliciosas para Android solo en el mes de mayo, en su mayoría dirigidas a robar datos personales y generar llamadas o SMS a servicios de tarificación especial.

Android prosigue su ascensión imparable, y también el volumen de amenazas desarrolladas especificamente para la plataforma. Y es que, según los últimos datos de G Data, sólo en el mes de mayo se han registrado más de 124.000 nuevas aplicaciones maliciosas para el sistema operativo de Google, o, lo que es lo mismo, a lo largo del pasado mes se generó una nueva amenaza para Android cada 22 segundos.

De las aplicaciones maliciosas para Android analizadas por G Data, la mayoría estaban destinadas principalmente al robo de datos y credenciales, así como a generar llamadas o enviar SMS a servicios de tarificación especial, lo que supone un lucrativo negocio. “Sus autores están usando principalmente troyanos, tan versátiles que pueden ser utilizados tanto para el robo de credenciales y datos personales como para el envío de mensajes a los conocidos como servicios ‘Premium’”, explica Eddy Willems, experto en seguridad de G Data Software. Además, para aumentar su alcance, los cibercriminales están acompañando estas apps fraudulentas de campañas de publicidad y mensajes agresivos que animan a los usuarios a instalarlas.

En cuanto a las perspectivas para los próximos meses, G Data prevé que el número de nuevas cepas de malware para dispositivos móviles Android crecerá de forma progresiva. Según Willems, “podemos predecir un incremento importante de estas amenazas a corto plazo pues, definitivamente, se han consolidado como uno de los negocios más rentables del cibercrimen”. Por otra parte, se espera que los creadores de malware activarán intensas campañas de adware que animarán a los usuarios a la instalación de apps maliciosas, e irán incorporando los dispositivos móviles infectados a sus botnet para aprovecharlos como aspersores de spam vía SMS o forzarles a realizar llamadas a servicios especiales.

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