Crean un troyano para Android capaz de recrear el entorno físico de sus víctimas

Investigadores de seguridad han desarrollado un malware para Android que es capaz de captar fotografías a través de la cámara de los dispositivos para realizar una recreación del espacio real en el que se encuentra la víctima. El objetivo es reconocer el entorno e intentar procesar información del mismo. Las fotografías se envían a un servidor remoto y se podrían utilizar para escanear información financiera.

La popularización de los móviles ha atraído la atención de los hackers y ha estimulado su imaginación. Se ha comprobado que los hackers están desarrollando nuevas amenazas cada vez más innovadoras. En un intento por demostrar el potencial del malware para dispositivos móviles, la Universidad de Indiana y la Mariana de Estados Unidos han colaborado en la creación de un ejemplar que deja claro que en los dispositivos móviles se puede llegar a límites antes no pensados para un virus.

En concreto, investigadores de la universidad y del ejército han creado PlaceRaider, un troyano para Android que puede llevar el espionaje a un nuevo nivel. Este virus, que ha sido desarrollado para Android 2.3, la versión con más usuarios, es capaz de camuflarse dentro de la aplicación de fotos de los usuarios. Una vez instalado, sin conocimiento de los usuarios, sus posibilidades son sorprendentes.

En concreto, PlaceRaider es capaz de hacer fotografías a través de la cámara de los dispositivos sin que los usuarios sean conscientes. El troyano utiliza las posibilidades de geolocalización y el acelerómetro de los dispositivos para conocer las imágenes que está captando. El objetivo es tomar instantáneas que permitan confeccionar un modelo 3D del entorno real en el que se encuentra la víctima.

Una vez tomada las fotografías, el troyano las envía a un servidor remoto, todo sin el conocimiento de los usuarios. De esa manera, informa de la localización y el entorno de la víctima, lo que puede ser información muy valiosa en tareas de espionaje.

Las posibilidades de este malware son enormes, ya que puede permitir conocer la posición de un sujeto, su entorno y en cierta medida sus actividades. Para el campo de la inteligencia y el espionaje se trata de una información muy valiosa. Pero además, los investigadores han comprobado que este sistema podría permitir identificar datos personales que se han captado en las fotografías, incluidos datos bancarios de las víctimas.

El desarrollo de PlaceRaider es experimental y su objetivo ha sido identificar esta nueva posible amenaza. Sin embargo, su uso podría estar destinado al departamento de inteligencia de Estados Unidos, que en varias ocasiones ha asegurado estar reforzando su ciberseguridad y su “armamento” en este campo. Lo que sí está claro es que el malware para móviles es un problema a tener cada vez más en cuenta.
tonio R. García