España encabeza la ‘lista de la vergüenza’ en piratería digital
- tonoticia_20110216112320.jpg» border=»0″ alt=»Foto: Reuters» />
MADRID, 16 Feb. (EUROPA PRESS) –
«El mercado musical español se ha evaporado ante los ojos de su gobierno, que permaneció impasible frente a la marea de la piratería». Así lo denuncia el informe de la IIPA (International Intellectual Property Alliance), la alianza que vela por el respeto de la propiedad intelectual en Estados Unidos acaba de enviar a la administración Obama su informe para la elaboración de «la lista de la vergüenza».
Para la industria cultural americana, España debería continuar ocupando una posición de dudoso privilegio en la llamada «Lista 301», el informe oficial que elabora la Oficina de Comercio de los Estados Unidos sobre la situación de los mercados digitales en todo el mundo.
Se trata de una lista negra que toma su nombre del artículo de la ley americana del comercio por el que las autoridades instan a «identificar a aquellos países donde no se proteja de forma adecuada y efectiva la propiedad intelectual de los estadounidenses». En los casos más extremos, esa ley recoge la posibilidad de imponer sanciones a los países infractores.
El documento (hecho público por IIPA esta madrugada y que se espera se incluya en su práctica totalidad en el informe oficial del gobierno americano) vuelve a utilizar un tono severo con España.
UN 55% MENOS DE MERCADO
Asimismo, recuerda que el mercado musical español ha decrecido en más del 55 por ciento durante el último quinquenio y lamenta que no haya aparecido ningún artista local nuevo entre el top 50 de los discos más vendidos en los ejercicios de 2009 y 2010.
De cumplirse las previsiones, la recomendación de la IIPA provocaría la inclusión de España en la 301 por cuarto año consecutivo. Con el agravante, en esta ocasión, de figurar como objetivo de especial denuncia por parte del gobierno estadounidense, al nivel crítico de otros países como China, Rusia, India, Filipinas, Ukrania, Vietnam o Indonesia: la lista de vigilancia prioritaria.
Según IIPA, «en el caso concreto de la industria de la música la piratería digital se trata de una cuestión de máxima prioridad, pues se enfrenta a un problema mundial de piratería en Internet que se estima en un 95 por ciento».
OTROS PAÍSES
La situación no es tan extrema en otros puntos geográficos, pero todos los países acaban resintiéndose de la lacra de las descargas ilegales. También los propios Estados Unidos, donde, según el informe, en la actualidad existen un 17% menos de profesionales dedicados al sector musical que los censados a principios del nuevo siglo.
La situación es igualmente desesperada, según el informe, en los casos de Rusia y China, donde operan dos de las redes piratas para el intercambio de archivos más devastadoras de todo el mundo (vKontakte y Baidu, respectivamente). Y tampoco pintan bien las cosas en el caso de Canadá, «donde el gobierno ha dejado pasar inexplicablemente otro año sin poner al día su marco legal, desfasado y nada idóneo para responder a los retos del momento presente».
«Los gobiernos tienen la oportunidad y la responsabilidad de involucrarse en la defensa de las cuestiones de propiedad intelectual y deben ser alentados a ello» destaca el informe IIPA en referencia también al problema en otros sectores, como el cine, los videojuegos, el software, los libros e incluso la piratería que sufren los periódicos.
Pese a todas las deficiencias denunciadas, RIAA admite que, «tras años y años de inacción», el gobierno español «ha dado un importante primer paso» para introducir la realidad de las redes digitales en su legislación.
Neil Turkewitz, máximo responsable internacional de la RIAA, entiende que esta última edición de la Lista 301, aun siendo muy crítica, deja entreabierto un margen para la esperanza. «Desgraciadamente, el informe demuestra que, a lo largo de la última década, los músicos han perdido cada vez más y más oportunidades para vivir de su trabajo. Pero desde Europa hasta Asia y Latinoamérica, las administraciones comienzan a darse cuenta de los enormes costes sociales, culturales y económicos que ha acarreado la pasividad frente a la piratería».
UNA «DESHONRA NACIONAL»
Por su parte, Antonio Guisasola, presidente de Promusicae, ha asegurado «tener un sabor agridulce» al conocer estos datos. «Internet no es el futuro, efectivamente, es ya el presente, pero en el caso de nuestro país podríamos decir que es un vergonzoso presente», dice recordando las palabras de Álex de la Iglesia en la pasada edición de los Premios Goya.
«La aparición destacada del nombre de España entre los países menos respetuosos de la propiedad intelectual en todo el mundo constituye una deshonra nacional. Y con todo, queda un hilo de esperanza ahora que, por fin, parece que algo se mueve entre las autoridades», indica.
En su opinión, la denominada ‘Ley Sinde’ «se queda corta, y va a haber que trabajar mucho en su desarrollo y puesta en marcha para que tenga algún efecto positivo real. Quizá lo mas importante de esta norma no sea su contenido sino el constituir un primer paso en favor de la concienciación social y que se haya conseguido un amplio consenso político para su aprobación, pues resulta imprescindible que este problema por el que pasa nuestro país se aborde como una cuestión de Estado, superando los criterios partidistas».
A juicio de Guisasola, «España debe proponerse el reto de no seguir apareciendo en más listas negras y asumir un papel de vanguardia, que es el que debiera corresponder a un país con tan rica y diversa tradición cultural como el nuestro».
__________
NOTA: Los interesados en información sobre contrato de soporte Asistencia Tecnica de SATINFO y/o licencia de uso/actualizaciones de sus utilidades, contacten con info@satinfo.es
__________
Este blog no se hace responsable de las opiniones y comentarios de los textos en los que se cita la Fuente, ofreciendo su contenido solo para facilitar el acceso a la información del mismo.
You can follow any responses to this entry through the RSS 2.0 feed. Both comments and pings are currently closed.
Los comentarios están cerrados.