Operación Malditos bastardos, la mas amplia redada de pedófilos y pederastras de internet

La ‘operación Malditos bastardos’, diseñada por la policía italiana, se preparó durante meses. Agentes de 25 países de los cinco continentes iban a detener simultáneamente a cientos de implicados en una enorme red de distribución de pornografía infantil. En España había un sospechoso, pero un error del juzgado y una indiscreción de la Guardia Civil le permitieron deshacerse de gran parte del material prohibido que guardaba en su ordenador, como él mismo reconoció tras ser arrestado.

to-chivatazo-malditos-bastardos/777833-1-esl-ES/maldito-chivatazo-malditos-bastardos_detalle_articulo.jpg” alt=”El cuartel de la Guardia Civil de Betanzos.” width=”320″ height=”213″ />  El cuartel de la Guardia Civil de Betanzos.

 El cuartel de la Guardia Civil de Betanzos. Iba a ser una de las operaciones estrella de Eurojust, el organismo judicial de la Unión Europea creado para coordinar acciones contra el crimen y la delincuencia organizada. Agentes encubiertos de la policía italiana se habían introducido en redes privadas de intercambio de archivos de Internet frecuentadas por pederastas, usuarios del programa Gigatribe, y, haciéndose pasar por habituales de esos lugares, lograron que los pedófilos les enviasen duras imágenes de pornografía infantil. La Fiscalía de Turín (Italia), primero, y después Eurojust, comenzaron a diseñar en los primeros meses de este año la operación Malditos bastardos, nombre tomado de la película de Quentin Tarantino.

Los agentes italianos localizaron a pederastas de 25 países en los cinco continentes, que habían hecho llegar a los agentes encubiertos de la policía italiana hasta dos gigas de fotos y vídeos prohibidos. Uno de ellos, que empleaba los nicks de Tania14f y Sonia14f, estaba en España y había mandado un centenar de imágenes de pornografía infantil

La Brigada de Investigación Tecnológica (BIT) de la Comisaría General de Policía Judicial recibió la información sobre la operación a través de Eurojust y judicializó las pesquisas para dar con el domicilio y, por tanto, con la identidad de la persona que había enviado las imágenes prohibidas. Se trataba de un vecino de Bergondo (La Coruña), llamado Braulio Alberto Prado Paz, empleado de una compañía especializada en la producción y distribución de contenidos pornográficos. 
tos-bastardos”> Fuente 

Comentario

Pues aunque lograran deshacerse de gran parte del delito, si asi lo ha confesado, el juez sabrá lo que hace…

saludos

ms, 13-12-2010