Nueva técnica “Salami” de fraude a tarjetas de crédito prueba qué tan difícil es para el banco detectarla

 Defraudadores de tarjetas de crédito recurren cada vez más a los ataques a cajeros ATM con la técnica conocida como “salami”, la cual es muy difícil de detectar y puede resultar en significativas pérdidas.

El nuevo método fue descrito por la vicepresidenta y analista de Gartner, Avivah Litan, quien lo llama “ataque flash”, porque trata de golpear varios cajeros automáticos a la vez.

Los ataques se basan en el concepto de “salami rebanado”, donde cantidades sumamente pequeñas son robadas de múltiples fuentes con el fin de no ser detectadas.

De acuerdo con la Sra. Litan, todo comienza cuando la banda de estafadores instala dispositivos de punto de venta, capaces de robar datos de las tarjetas de crédito y números de identificación (PIN), en las tiendas pertenecientes a un distribuidor en particular, en diferentes ciudades y estados.

Los skimmers plantados dentro de estas terminales envían datos a una base de datos central, la cual utilizan para crear cientos de tarjetas de crédito falsificadas.

Las tarjetas obtienen el PIN asociado pegado en ellas y se entregan a una red de mulas (gente que colabora de manera externa con las bandas), y éstas las dispersan por todo el país.

Cada mula posee alrededor de cinco tarjetas falsas a la vez y se encargan de retirar cantidades muy pequeñas de cada una de ellas. Cientos de cajeros automáticos en diferentes ciudades se ven afectados al mismo tiempo.

“[…] En diez minutos, los retiros de forma simultánea en todos estos cajeros automáticos suman alrededor de $100,000 en ganancias”, explica la analista de Gartner.

La banda repite la operación cinco veces en un mes con diferentes tarjetas y obtienen $500,000, de los cuales una porción se utiliza para el pago de la red de mulas.

La Sra. Litan se enteró de la nueva forma de ataque a través de varios bancos y procesadores de pagos afectados, quienes le dijeron que se trata de un tipo de fraude notoriamente difícil de detectar o bloquear.

Una posible mitigación consiste en determinar la fuente comprometida y la suspensión de todas las tarjetas de crédito utilizadas durante un largo periodo de tiempo, lo que puede resultar muy costoso.

Además, encontrar el punto de ruptura puede ser muy complicado, porque los defraudadores comienzan a abusar de las tarjetas por un largo periodo después de haber sido comprometidas, en ocasiones, un año o más.
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