P4P a la vista

El P4P es una nueva técnica, todavía en fase de prueba, que pretender ser un nuevo estándar en cuanto a intercambio de ficheros. La mejora del ancho de banda podría alcanzar el 600%. 

Las redes P2P han cambiado los sistemas de intercambio de información, aunque también han traído consigo el auge de la piratería digital y la reducción de la calidad de la Red por la creciente demanda de ancho de banda. Mientras, los investigadores han seguido buscando nuevos desarrollos para mejorar la oferta actual y la tecnología no ha cesado de evolucionar ajena a las leyes antipiratería y a las polémicas creadas en España en torno los posibles cierres de las webs de enlaces.

Uno de los mejores ejemplos son los desarrollos de la DCIA, asociación que representa a todos los sectores de la industria de la distribución a través de redes. Esta organización, según explica el analista asociado de Enter-IE Vladimiro Garzón, ha logrado, gracias al P4P, optimizar el uso del ancho de banda, mejorando el tráfico y las velocidades de descarga de las redes peer-to-peer.

Ante todo es esencial explicar que el P4P no remplazará las redes P2P, sino que mejorará su funcionamiento hasta en un 600%. Este sistema permitirá a los proveedores de servicios de Internet (PSI) reordenar en los programas P2P el tráfico en los servidores y así poder minimizar los tiempos de descarga.

El propósito del P4P es el de utilizar la topología de la red del proveedor para seleccionar quienes intercambian con quien: saber quien está más cerca para conectarte –quien esté cerca geográficamente– y descargar de él, en lugar de hacerlo sólo por los criterios del protocolo que se esté usando. De esta manera las tecnologías P4P ofrecerán ventajas tanto para el conjunto de los usuarios –mejor rendimiento de las aplicaciones P2P–, como para los PSI, que verán minimizado el consumo de los recursos.

La lógica hace pensar que la información de la que disponen los proveedores de servicios de Internet sólo se utilizará para enlazar los servidores que se encuentren más cerca a nivel geográfico y no retrasar así el transito informativo. Sin embargo, ya son muchos los expertos contrarios a este nuevo protocolo que han alertado sobre la posible utilización de estos datos para realizar verdaderos filtros de contenidos, limitando el acceso a ciertos archivos por parte de usuarios fichados por el contenido de sus descargas.

Control de la web
Esta última idea no parece para nada absurda, ya que los gestores de la herramienta, la DCIA, tienen como prioridad la eliminación de las violaciones del derecho de autor, por lo cual parece lógico pensar que el hecho de que algunos internautas no puedan acceder a ciertos contenidos específicos podría ayudar a controlar las descargas realizadas de forma ilegal. Y es que con las redes P4P, los proveedores de servicios de Internet podrían filtrar los archivos y usuarios, estableciendo perfiles y segmentando precios, ofreciendo así nuevas tarifas escalonadas donde pagaría más quien más descargas realizara.

Otro de los problemas puestos sobre la mesa es que la utilización de los datos de los PSI para filtrar los contenidos protegidos por las leyes de propiedad intelectual podría desembocar y ser interpretada, comenta Garzón, como una contradicción de la neutralidad de la Red: quizá los proveedores de servicios de Internet optimicen los sistemas que consideren favorables para su estrategia y no concedan ninguna información al resto de sistemas que no filtren los contenidos que los usuarios comparten.

Camino en dos etapas
Sea como sea, parece que este nuevo protocolo terminará imponiéndose y prueba de ello es que Telefónica ya está realizando ensayos muy convincentes. Así, el analista asociado de Enter-IE propone popularizar las redes P4P en dos etapas.

La primera se debería centrar en demostrar a los usuarios de Internet la mejora en velocidad y eficiencia del ancho de banda sin establecer ningún tipo de filtro. El segundo periodo, sin embargo, tendría que tener como objetivo exclusivo la protección de los contenidos digitales protegidos por los derechos de autor, minimizando así el intercambio indebido de archivos.

La Asociación de Internautas pagará una multa a la SGAE
El Tribunal Supremo (TS) dio el martes la razón a la Sociedad General de Autores y Editores (SGAE) en su batalla legal contra la Asociación de Internautas (AI), un conflicto que se remonta al año 2004 cuando la entidad de gestión demandó a la citada asociación alojar en su web sitios –  www.putasgae.org y www.antisgae.internaturas.org– en los que había expresiones que atentaban contra el honor de la SGAE y de su presidente, Eduardo Bautista. El TS confirma así la sentencia que condenó a la AI a pagar 18.000 euros a la SGAE y otros tantos al presidente del organismo, Eduardo Bautista.

La AI ya busca donativos para hacer frente al pago de una suma que dicen no poder afrontar “para seguir abiertos y batallando”. La sentencia del Supremo recuerda que páginas como las citadas contenían expresiones que atentaban contra el honor de los demandantes tales como, “una banda de desocupados”, “prácticas mafiosas”, “putasgae”, “la SGAE tiene más cosas que callar que para contar y su opacidad no le permite predicar con el ejemplo”, “matones a sueldo”, “redadas fascistoides contra la hostelería”, “más canallas”, “grandes manipuladores” o “pandillas de mafiosos”.
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saludos

ms, 23-12-2009